Volvemos esta semana con nuestro Emocionario, hoy con una emoción negativa EL MIEDO.
¿Quién no ha sentido miedo alguna vez? El miedo es una emoción que nos informa de un estímulo amenazante, poseemos un “Programa biológico establecido” que lo componen reacciones innatas, filogenéticamente antiguas que van desde el reflejo de hacerse el muerto a reacciones de defensa, protección, evitación… Es el caso del miedo a las arañas, serpientes, etc… En experimentos realizados con imágenes enmascaradas, es decir, la persona no es consciente de que está viendo la imagen ya que la presentación es tan corta que nuestros ojos no lo perciben, se le presenta las imágenes y se miden las constantes fisiológicas. Se encuentran diferencias entre visionar la imagen de una flor y de una araña por ejemplo. ¿Qué quiere decir esto? Que estamos “programados” para reaccionar con miedo a ciertos estímulos y no a otros.
La función del miedo es preparar al organismo para la acción, por eso cuando sentimos miedo, el componente fisiológico de la emoción hace que nuestro cuerpo tenga mayor activación, mayor alerta, el corazón se nos “sale del pecho”. El cuerpo está preparado para la acción de escape, defensa, ya que la función del miedo es que sobrevivamos a los peligros.
Como podéis ver, aunque el miedo sea una emoción negativa es imprescindible para nuestra supervivencia. Imaginaos que no tuviéramos miedo a nada. Quizá nos apetecería acariciar a un “lindo” león, o sentir la sensación de volar y lanzarnos al vacío, un poco peligroso ¿no creéis?
La dificultad la encontramos cuando ese miedo se convierte en patológico, por ejemplo, el caso de la ansiedad que es un temor difuso, vago, inconcreto. El miedo es un temor con objeto, mientras que la ansiedad es un temor impreciso, por tanto, es difícil reaccionar evitando o huyendo de algo que no se sabe lo que es.
Otro caso en el que el miedo se vuelve patológico son las fobias , en este caso es un miedo desproporcionado y que la única acción que acepta es la huida. La dificultad la tenemos cuando no podemos dar esa respuesta y tenemos que enfrentar esta fobia. Imaginaos que tengo una fobia a viajar en avión y un familiar se va a vivir a otro país, la motivación de querer viajar en avión me puede llevar a querer superar esa fobia, por suerte hay tratamientos eficaces que llevamos a cabo los profesionales de la psicología, como la desensibilización sistemática.
Como hemos dicho en los artículos anteriores, debemos cuidar nuestra brújula emocional para que no pierda el rumbo y prevenir todas las patologías que son consecuencia de emociones que están funcionando mal y hacen que la función de adaptación que tenían inicialmente se pierda.
Os dejo un video interesante del Pequeño Albert, en este experimento Watson consiguió que Albert, desarrollara fobia a los conejos e incluso a un osito de peluche. Hoy en día impensable estos experimentos por motivos totalmente evidentes.
Desde Gaia Psicología os deseamos una feliz semana y os invito a que observéis vuestros miedos para prevenir que se conviertan en patológicos.