BIOFILIA, LA CONEXIÓN INNATA DEL SER HUMANO CON LA NATURALEZA
¿Alguna vez habéis estado tan estresados por vuestra vida diaria que lo único que os ha relajado ha sido alejaos de todo y pasar el día en la Naturaleza? Respirar el aire fresco, oler las fragancias del campo, observar el paisaje y cómo atardece a lo lejos en el horizonte, escuchar los sonidos de los pájaros, el agua corriendo, tocar la corteza de un árbol, la tierra, las plantas…
¿Habéis observado el efecto de la Naturaleza en los niños? Los niños en la Naturaleza encuentran retos para saciar sus ganas de aprender, pueden utilizar todos sus sentidos, descubrir cosas nuevas, crear historias y ser realmente ellos. Curiosamente cuando preguntamos a los adultos qué parte de su infancia recuerdan en la que han sido más felices, recuerdos de Naturaleza y contacto con animales son muy comúnmente rememorados.
Biofilia es un concepto que definió Edward Osborne Wilson como la tendencia innata para focalizarnos en la vida y sus procesos, desde nuestra infancia nos concentramos en nosotros mismos y en otros organismos, aprendemos a diferenciar lo inanimado de lo vivo, apreciamos la novedad y la diversidad.
Según Diane E. Levin autora del libro ¿Infancia con control remoto? los niños en especial los más pequeños como más aprenden es tocando, manipulando, controlando, haciendo, palpando lo que está pasando ahora es que sus experiencias son más virtuales de esta forma se debilita el cimiento más básico y fundamental que necesitaran para su desarrollo posterior, a esta autora le preocupa que estemos produciendo un mundo de personas desconectadas de la naturaleza, la vida y el mundo y esto va a tener un impacto muy profundo en lo que somos y en qué nos convertirnos. Y ya se está hablando del trastorno por déficit de naturaleza.
Estamos diseñados para necesitar la Naturaleza, nos gustan las especies diferentes a la nuestra y contemplar paisajes naturales, no nos va muy bien cuando nos falta ese tipo de experiencia.
Un estudio reciente, medía la capacidad de los jóvenes para reconocer las expresiones emocionales faciales y la conclusión es que los niños que jugaban más a los videojuegos influía en la capacidad de distinguir las expresiones faciales de alegría de otras de enfado. En particular los videojuegos violentos parecen reducir la habilidad de reconocer una expresión de alegría, lo que nos preocupa es cuando estimulamos los circuitos neuronales que nos ayudan a manejar una tecnología qué otros circuitos se están debilitando, esta es una habilidad humana básica, la capacidad de sentarnos con otras personas y expresar nuestras emociones de una manera sutil, ¿cómo será nuestro mundo cuando hayamos perdido esas destrezas?
En 1966 un hombre, Felix Rodríguez de la Fuente “el amigo de los animales” comienza a realizar la divulgación de la Naturaleza en programas que seguirán muchos niños y adultos del país. Contagia con su pasión, el amor a la Naturaleza y en 1973 comienza «El Hombre y la Tierra” con el objetivo de dar a conocer la naturaleza y concienciar para su protección.
Os dejamos un enlace donde podéis visionar un video que explica la importancia del contacto con la Naturaleza en nuestros hijos y las consecuencias de exponer a nuestros hijos demasiado a los videojuegos.
“No debemos cargarles de tanta información, sino ponerlos en una situación donde puedan maravillarse, es así de simple. Cuando más fértil se vuelve su imaginación, más sale su alma a la superficie, más se agranda su corazón, aumenta su sensibilidad hacia los demás y su capacidad de resolver problemas se dispara y es la conexión con la naturaleza la que produce todo eso. Lo que no valoran no lo protegerán, lo que no protejan lo perderán, todo efecto debe tener una causa, nada existe aisladamente en este mundo”